Los integrantes de la LXXV Legislatura aprobaron por unanimidad reformar la Ley de Fomento a la Inversión y al Empleo para el Estado de Nuevo León, con el propósito de establecer estímulos al primer empleo para los jóvenes.

El Diputado Luis Susarrey, Presidente de la Comisión de Economía, Emprendimiento, y Turismo, dio lectura al dictamen que contiene la propuesta de adicionar a la citada ley, un artículo 21 Bis y un párrafo tercero al artículo 22; además de incluir el Capítulo Tercero Bis denominado "De los Incentivos al Primer Empleo" y el Capítulo Tercero Bis I denominado "De la Primera Empresa".

"La integración de los jóvenes a la vida laboral es un elemento clave para transitar a la vida adulta, ya que la sociedad suele valorar a los individuos de acuerdo a la contribución de éstos al desarrollo material, cultural o espiritual de su comunidad", mencionó el Legislador.

Agregó que las condiciones económicas y laborales actuales no han favorecido la inserción de los jóvenes en el mundo del trabajo., por lo que es importante para el Estado contar con un instrumento legal que incentive a los empresarios a contratar jóvenes.

"En la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, en el tercer trimestre del 2019, reportó que existen 5,379,726 jóvenes en el estado de Nuevo León de los cuales 1,753,77 se encuentran desempleados, es por ello por lo que coincidimos que es necesario establecer los mecanismos para que las empresas, puedan acceder a incentivos al momento en que creen nuevos puestos y en ellos contraten a jóvenes en su primer empleo. En el mismo sentido, ya que somos una entidad que se caracteriza por ser emprendedora, resulta transcendente fomentar el emprendimiento en los jóvenes, y una forma de garantizar que las autoridades coadyuven con esto es estableciéndolo en dicha Ley" comentó el Diputado Susarrey.

Durante la sesión, los Diputados argumentaron que es importante entender la dinámica del empleo y establecer condiciones que permitan que la economía crezca creando empleos para las nuevas generaciones es fundamental, pero de igual de importante buscar mecanismos que permitan asegurar que las personas adultas mayores puedan continuar trabajando, en un entorno en el que la edad, por la naturaleza menos manual y más de conocimiento de ciertos empleos, resulta cada vez menos relevante.

Para ello se requiere crear incentivos específicos que estimulen a las empresas a aprovechar ese conocimiento y experiencia, con modelos de capacitación acordes para que se asegure que aquellos que después de su edad de retiro puedan continuar trabajando, lo hagan en condiciones adecuadas, permitiendo la continuación de generación de riqueza para ellos y sus familias, apoyando el crecimiento de la economía mexicana.