Autor: Grupo Legislativo PRI
De acuerdo a la encuesta intercensal del INEGI 2015, en México contamos con una población de 119, 938,473 millones de personas, de las cuales el 51.4% son mujeres. El mismo organismo señala que históricamente, desde 1910 las mujeres han superado en número a los hombres, pues siempre han representado por lo menos la mitad de la población nacional.
En 2010 los hogares con jefatura femenina eran 6 millones 900 mil, para el año 2015 la cifra pasó a 9 millones 266 mil 211 hogares en todo el país, son liderados por mujeres. Esta situación demuestra que cada vez son más mujeres las que tienen que hacerse cargo de sus familias.
En el caso de nuestro Estado, existen 2 millones 577 mil 647 mujeres, lo que representa el 50.3 % de la población total y 925 mil mujeres se encuentran dentro de la Población Económicamente Activa.
Sin embargo, a pesar de que las mujeres representan la mayoría poblacional en el país y en el Estado, al hoy día sigue siendo uno de los sectores más vulnerables de la población. Las mujeres y las niñas siguen enfrentando diversos tipos de violencia ya sea física, económica y psicológica, que van desde los comentarios con connotación sexual, violaciones hasta llegar a la forma más extrema: los feminicidios.
Si bien, debemos reconocer que en México se han dado importantes avances normativos para garantizar el acceso de las mujeres a una vida libre de violencia, persiste la necesidad de armonizar las leyes estatales con los instrumentos internacionales en materia de derechos humanos de las mujeres, así como de garantizar la protección legal y los servicios esenciales para atender a mujeres que han padecido alguna forma de violencia.
La discriminación contra las mujeres y la desigualdad de género tienen su expresión extrema en los actos cotidianos y sistemáticos de violencia que se cometen contra ellas. Debilita la salud de las mujeres, afecta sus expectativas de educación y también su desempeño en el trabajo productivo, así como la capacidad de las mujeres para participar plenamente en la vida social, entre otras consecuencias.
La violencia de género ha dejado de ser un problema de las mujeres y se ha convertido en un problema de la sociedad, pues las repercursiones que se tienen en la misma, afecta su estructura así como en la convivencia democrática.
Para las Naciones Unidas, la discriminación, la violencia y la amenaza de violencia contra las mujeres y las niñas es la violación más extendida de derechos humanos, socava el desarrollo de los países, genera inestabilidad en las sociedades e impide el progreso hacia la justicia y la paz.
El mensaje es claro y contundente: la violencia contra las mujeres y las niñas es evitable y puede ser detenida, antes de que termine en feminicidios.
Las cifras a nivel nacional son muy desalentadoras. En 2017, en el marco del "Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer" el INEGI señaló que en México:
En la bancada del Partido Revolucionario Institucional queremos cambiar esas cifras, tenemos el impulso, el respaldo y sobre todo la voluntad política para promover y hacer efectiva la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres y, lo más importante, tenemos la convicción y los medios para que las mujeres y las niñas vivan una vida libre de violencia.
Porque cuando se vive en una democracia, erradicar la violencia de género se convierte en una condición obligatoria y necesaria para la vigencia del Estado democrático de derecho y de los derechos humanos de las mujeres.
Desde el día uno de esta LXXV Legislatura, la prioridad para la agenda de nuestro Grupo Legislativo han sido las mujeres, prueba de ello es que la primera iniciativa presentada en este recinto fue presentada por el PRI y desde luego el primer tema a tratar fue la violencia de género.
Agradezco la sensibilidad del Diputado Álvaro Ibarra para tocar este tema desde el primer día, porque como bien lo mencionó, debemos ser pioneros en el Congreso de Nuevo León en la protección de los derechos humanos de las mujeres, debemos poner a la vanguardia a nuestro Estado en el combate a la violencia de género.
Por ello, es que no solo nos preocupamos, sino que nos ocupamos. Estamos comprometidos a que las cifras nacionales de cualquier tipo de violencia contra la mujer se erradiquen y que el respeto a sus derechos sea irrestricto.
Es por ello, que durante la Legislatura este grupo legislativo tendrá una Agenda PRO Mujeres, la cual contendrá un paquete de reformas de al menos 13 normas jurídicas, cuyos objetivos son:
Desde esta tribuna les digo a las Mujeres de Nuevo León que en el PRI estamos trabajando para y por ellas, que buscaremos que vivan libres, empoderadas y en igualdad de circunstancias.
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