Grupo Legislativo
Partido Movimiento Ciudadano

Autor: Grupo Legislativo PMC

Con el permiso de la mesa directiva.

Honorable Asamblea.

El día mañana 25 de Noviembre de 2021, conmemoraremos el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Los orígenes de este día se remontan al año de 1981, cuando activistas en favor del derecho de la mujer lanzaban sus protestas ante la violencia de género. El origen: la necesidad de honrar la memoria de las hermanas Mirabal, tres activistas políticas de la República Dominicana que fueron brutalmente asesinadas en 1960 por orden del gobernante dominicano, Rafael Trujillo (1930-1961).

Pinta el mundo de naranja

¡Pongamos fin a la violencia contra las mujeres YA!

Bajo este lema, la Organización de las Naciones Unidas (ONU), promueve la conmemoración en este año, naranja es el color estrella de las campañas a nivel Internacional, que representa un futuro más brillante y libre de violencia contra mujeres y niñas.

De acuerdo con estimaciones de la ONU, una de cada 3 mujeres en todo el mundo ha sufrido abusos a lo largo de su vida, tales como violencia física o sexual por parte de la pareja, otro agresor o ambos, al menos una vez en su vida, lo cual indica que los niveles de violencia contra las mujeres y las niñas no han cambiado durante la última década.

En el contexto de la pandemia de COVID-19 y las recientes crisis humanitarias, conflictos y desastres climáticos han encrudecido todavía más esta situación.

De acuerdo con un informe de ONU Mujeres, basado en datos de 13 países durante la pandemia, refiere que 2 de cada 3 mujeres padecieron alguna forma de violencia o conocían a alguna mujer que la sufría. Por desgracia, solo una de cada diez dijo que acudiría a la policía en busca de ayuda.

No debemos olvidar que existe una continua violencia que afecta a mujeres y niñas, como el caso de acoso sexual, la violencia en contextos digitales y la explotación sexual.

Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) ha estimado que posiblemente 11 millones de niñas no retomen la escuela debido a la Pandemia del COVID-19, un hecho que aumenta su riesgo de caer en otros escenarios de desigualdad y violencia.

En este mismo tenor, ONU Mujeres señala que se espera que las consecuencias económicas provoquen que 47 millones de mujeres y niñas se sumen a la pobreza extrema en 2021, lo cual supone un retroceso de décadas de progreso y la perpetuación de desigualdades estructurales, que a su vez refuerzan la violencia contra las mujeres y las niñas, perpetuando el ciclo de esta.

Debemos considerar que los efectos psicológicos adversos que la violencia provoca contra mujeres y niñas, al igual que las consecuencias negativas para su salud sexual y reproductiva, afectan a las mujeres en toda etapa de sus vidas. Por ejemplo, las desventajas tempranas en materia de educación no solo constituyen el obstáculo principal para alcanzar la escolarización universal y hacer cumplir el derecho a la educación de las niñas, luego también les restringe el acceso a la educación superior y limita sus oportunidades de desarrollo socioeconómico.

Si hay otra cosa peor que ser mujer en México, es ser niña. La exacerbada violencia doméstica, les afecta más a ellas y las margina de mejores condiciones de vida.

La Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos publico cifras sobre discriminación y violencia en la etapa más temprana de las mujeres. Ser niña en México conlleva muchos riesgos, de diciembre del 2018 a diciembre del 2020 han sido víctimas de feminicidio 150 niñas y adolescentes, esto sin considerar las cifras de homicidio doloso, culposo o suicidio que no fueron investigados ni tipificados como feminicidio.

Aunque todas las mujeres, en todas partes del mundo, pueden sufrir violencia de género, algunas mujeres y niñas son particularmente vulnerables, ejemplo de ellas son las niñas y las mujeres adultas mayores, las mujeres que se identifican como lesbianas, bisexuales, transgénero o intersex, las migrantes en tránsito y refugiadas, las de pueblos indígenas o minorías étnicas, o mujeres y niñas que viven con el VIH y discapacidades.

Sobre las desapariciones en nuestro país, el informe semestral de la Comisión Nacional de Búsqueda arrojó que, en promedio, 18.5 mujeres desaparecieron diariamente en México entre 2016 y 2020. Estas ausencias nos duelen y nos hieren como sociedad.

En nuestra entidad, la situación de violencia de género contra las mujeres es generalizado, si recordamos que, a partir del 18 de noviembre de 2016, se dictó la declaratoria de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres, estableciendo como Municipios de atención prioritaria a Apodaca, Cadereyta Jiménez, Guadalupe, Benito Juárez y Monterrey.

Según cifras de Alternativas Pacíficas, de 1º de enero al 30 de septiembre del presente año, se registraron 77 muertes violentas de mujeres en Nuevo León, y tan solo de julio a septiembre se acumuló el 50% de las muertes violentas de mujeres de todo lo que va del año.

La realidad actual nos muestra que pese a las acciones encaminadas a reducir la brecha desigual de género y al empoderamiento de las mujeres más allá del ámbito profesional, el grado de violencia que las mujeres experimentamos en la entidad es alarmante, pues según cifras de la Fiscalía Especializada en Feminicidios y Delitos contra las Mujeres, las denuncias por tentativas de feminicidios y delitos sexuales se han disparado, pasando de 3,444 en el año 2020 a 3,696 tan sólo en el período de enero a octubre de este año.

Cabe señalar que en este mismo período por tentativa de feminicidios van 279 casos, mientras que en el 2020 se contabilizaron 243 denuncias según el registro oficial.

El acoso sexual es otra de las diferentes formas de violencia que vive una mujer, y que debe prevenirse con el objetivo de poner fin a la delgada línea entre el acoso y el abuso sexual. Es francamente inadmisible que hayamos pasado de 257 denuncias por acoso sexual durante 2019 en la entidad, a 455 en el 2020 y posteriormente, de enero a octubre de 2021 subiera a 494 según la Fiscalía General de Justicia del estado. Esto quiere decir, que el acoso sexual tuvo un incremento de 92% de 2019 comparado con los primeros diez meses de este año.

Si bien la violencia de género es estructural, sistemática y generalizada, esta puede y debe prevenirse. Detener esta violencia comienza por creer en las víctimas, las mujeres resilientes que han sobrevivido a estos escenarios de violencia, comienza por adoptar enfoques integrales e inclusivos que aborden las causas fundamentales, transformen las normativas sociales perjudiciales y empoderen a las mujeres y las niñas.

En este contexto y consciente del escenario de violencia contra las mujeres, nuestro Gobernador, el Dr. Samuel García Sepúlveda, ha impulsado acciones puntuales, como la creación del Gabinete de Igualdad para todas las Personas en Nuevo León, porque reconoce que nuestro estado se encuentra "en la edad de piedra" en materia de atención a las mujeres y las cifras indican que se puso peor con la pandemia.

Asimismo, en el nuevo modelo de gobierno que en el que se propuso una reingeniería a la estructura del gobierno con la aprobación de la Nueva Ley Orgánica de la Administración Pública de Nuevo León, en el que se incluye un Gabinete para la Igualdad, en el que se crea la Secretaría de las Mujeres, dicha dependencia cuenta con las responsabilidades de formular, coordinar e instrumentar la política del Estado, planes y programas que garanticen el goce, promoción y difusión de los derechos de las mujeres, así como de prevenir y atender las violencias de género en el Estado.

En el mismo sentido, resulta muy alentador la importancia que se le asigna al tema en el Paquete Fiscal 2022, en el apartado de Gabinete de Igualdad para todas las Personas, en el cual se puede resaltar de forma general 5 rubros importantes, que son:

1. Los 230 millones de pesos para la atención de niñas, niños y mujeres con cáncer.

2. 220 millones de pesos para programas de apoyo a la mujer, 43% más con respecto al ejercicio fiscal 2021.

3. 20 millones de pesos de apoyo a refugios para víctimas de violencia familiar.

4. 120 millones de pesos para Programas de Primera Infancia (estancias infantiles y estimulación), así como para seguimiento socioemocional a mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad.

5. 50 millones de pesos para programas relacionados con violencia obstétrica, entre otros relacionados con acciones de igualdad para todas las personas.

Es por todo lo anterior que urge comprometernos desde todas las trincheras, a erradicar todas las formas de violencia contra las mujeres, a juntos reducir las brechas de desigualdad.

El 25N, nos recuerda la agenda pendiente que tenemos para poner fin a los escenarios de violencia que vivimos día con día las mujeres de todas las edades por el simple hecho de serlo, es una oportunidad para el llamado a la acción, para juntos contribuir a erradicar todo tipo de violencia de género, porque, de hecho, es parte fundamental del desarrollo político, social y cultural de nuestro país.

Este 25 de Noviembre que se conmemora el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, insto a todas y todos desde esta tribuna a construir cada día, un mundo libre de violencia contra las mujeres. No debemos actuar con indiferencia a las violencias que se comenten en Nuevo León, las mujeres merecemos vidas seguras, libres y dignas.

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Dip. Norma Edith Benítez Rivera