Autor: Grupo Legislativo PAN
Compañeros Diputados.
En el Glosario de la Igualdad, elaborado por el Gobierno mexicano, señalan que la violencia política consiste en "el uso de la fuerza física o psicológica contra una persona o grupo de ellas, o en atentados contra sus pertenencias. Este tipo de violencia obedece generalmente al ejercicio del poder contra las personas opositoras, para que se abstengan de dirigirse contra el sistema o política imperante. La violencia política puede ser perpetuada por agentes del Estado".
A su vez, la Corte Interamericana de los Derechos Humanos de la OEA (Organización de Estados Americanos), señala que los derechos políticos propician el fortalecimiento de la democracia y el pluralismo político, así como prohíbe su suspensión o ataque, pues son un medio fundamental que las sociedades democráticas tienen para garantizar los demás derechos humanos.
En este sentido, no podemos aceptar la triste situación en que hoy se encuentra Nuevo León, con una crisis política propiciada por el Gobierno de Samuel García, que ha recurrido al aparato del Estado para perseguir, acosar, comprar y hostigar, es decir para usar la violencia política, contra sus opositores políticos, a quien el gobernador y su equipo ven como enemigos, no como rivales que piensan distinto, lo que sería normal en una democracia.
Lo que hoy publican los medios, son los más de 300 casos de acoso y ataque político contra legisladores, Alcaldes, organismos autónomos, integrantes del Poder Judicial, así como contra familiares, amigos, conocidos o contra quienes nada tienen que ver con los opositores pero que por un mal dato cayeron en el radar del Gobierno del Estado y están sufriendo las consecuencias con cierres de negocios, auditorías, denuncias, espionaje, compra de voluntades y otros instrumentos de los que se ha valido el Gobierno de Samuel García para, como él dice "mandar a la chingada" a la oposición.
Al Gobernador y sus secuaces en las Secretarías del Medio Ambiente, Salud, del Trabajo, Protección Civil, Seguridad, UIFE, SAT estatal, se les olvida que estamos en un Estado de Derecho, que el pueblo hace tres años votó a favor del pluralismo político, de la democracia, y usan métodos intimidatorios para acabar con la oposición en un inusitado intento para que sólo queden en el poder quienes piensan igual que Samuel García, que le aplauden sus tik toks y quienes niegan las graves crisis por las que atraviesa Nuevo León como el agua, el pésimo transporte público, la inseguridad, la salud, el rezago educativo y la contaminación, por citar algunos.
Así, Samuel García en su delirio quiere que todos veamos a Nuevo León como Nuevolandia y Texas, ve Capullos como Disneylandia, a La Huasteca como Yelloswtone, a Santa Catarina como Silicon Valley, pero eso no puede ser, hay múltiples rezagos que él no ve y que contrastan con su visión enfermiza, filas de gente esperando el camión, filas de gente afuera de tanques o rodeando pipas para surtirse de agua, filas de gente esperando en los consultorios médicos a causa de males respiratorios por la contaminación, filas de gente, niños y jóvenes esperando tomar clases en aulas saturadas.
No, señor Gobernador, Nuevo León no es Disneylandia, con las crisis sin atender en el Estado y sus ataques a los opositores Nuevo León se parece más a Nicaragua, y usted Samuel García a un dictador como Daniel Ortega quien junto con su esposa han sido condenados por violentar los derechos humanos en ese país hermano.
Se habla de un choque, de un pleito entre poderes, pero no es un choque, ni un pleito, porque al utilizar todo el poder del Estado contra los opositores, se vuelve una situación unilateral en donde el Gobernador pretende apoderarse del Poder Legislativo, del Poder Judicial, de las Alcaldías y los organismos autónomos para que sólo la opinión de él prevalezca.
Ante esta actitud enfermiza, la democracia y el pluralismo en Nuevo León están en grave peligro, frente a una real amenaza, por lo que hoy, a través de este posicionamiento, convocamos a todas las fuerzas políticas, a todos los ciudadanos de bien, a unirse y protestar por este exceso de poder, a un ¡Ya Basta! contra el atropello, acoso y violencia política en Nuevo León, para restaurar el Estado de Derecho, la democracia y el pluralismo.
Las graves crisis que afronta el Estado y que lo tienen al borde del colapso no se pueden negar, es tiempo de unir esfuerzos y de no atacar, es tiempo de trabajar en equipo para superar estas crisis pero sólo será posible en un ambiente de paz política, de paz social, eliminando la violencia política que de continuar va a afectarnos a todos.
Los diputados del PAN hacemos este llamado a la unidad, sin embargo de no lograrse buscaremos la forma de seguir defendiéndonos y defendiendo a la democracia y pluralismo en este Estado con acciones legales.
Nuevo León rechaza la violencia política, los ciudadanos en cambio, exigen paz política y social, así como que se resuelvan sus necesidades más apremiantes y en eso debemos trabajar.
Por su atención, muchas gracias.
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