Grupo Legislativo
Partido Acción Nacional

Autor: Grupo Legislativo PAN

Por: Nancy Olguín Díaz.

La educación, el derecho de los niños y jóvenes a recibir educación, es una garantía constitucional. Y por lo tanto, la educación debe ser considerada una actividad esencial durante esta pandemia.

Lamentablemente, desde que inició la pandemia de coronavirus Covid-19 en nuestro país y por ende, en Nuevo León, las escuelas han permanecido cerradas. Ya casi un año y medio de planteles escolares solos, abandonados, y clases en línea han dejado una estela de problemas que van desde la salud mental de los niños y jóvenes por el encierro y la falta de socialización, el abandono y deserción escolar por la falta de recursos y tecnología en los hogares más vulnerables económica y socialmente, así como el cierre definitivo de escuelas públicas y privadas, aunado al vandalismo, robo y saqueo de muchas escuelas en la entidad.

El panorama es desolador y se trata de una actividad fundamental, trascendente para impulsar el cambio social, como lo es la educación. Sin educación, muchos niños y jóvenes no tienen ante sí un futuro promisorio, pues la educación es la base de la movilidad social y el motor que impulsa a elevar la calidad de vida de los ciudadanos.

Es cierto, también, y más durante esta pandemia, se enfatiza en primer lugar el derecho a la salud, a la cual el Gobierno tiene la obligación de proteger, de cuidar y frente al incremento de contagios y hospitalizaciones por esta tercera ola, es necesario, hoy más que nunca, cerrar filas a favor de la salud propia y la de los demás, vacunándonos y exigiendo al Gobierno Federal acelerar la vacunación y la llegada de más dosis de vacunas anti Covid a NL para bajar la tercera ola de la pandemia que azota a nuestra entidad.

Sin embargo, la educación no hay que dejarla de lado, abandonarla. Las clases en línea han sido un camino alterno que ha servido para continuar con la escuela para un gran sector de la población, sin embargo, también ha reflejado de la enorme brecha entre quienes tienen acceso a la tecnología y quienes no, quienes pueden acceder por ello a la educación y quienes están lamentablemente marginados de esta nueva realidad.

Por ello, y siguiendo las recomendaciones que a este aspecto han emitido organismos como la UNICEF, es necesario que la Secretaría de Educación en el Estado prepare un plan de acción para el regreso presencial o híbrido a las escuelas, en el que se proteja la salud de los estudiantes en primer lugar, pero también se garantice el derecho a la educación en los niños y jóvenes de este Estado.

Este plan de acción deberá contar necesariamente con protocolos bien establecidos, con salones con ventilación, con sana distancia entre pupitres escolares, con suficiente gel antibacterial y empleo obligatorio de cubrebocas en las escuelas, pero también con una rehabilitación de planteles escolares para tenerlos listos en el próximo ciclo escolar.

Desde hoy, la SEP también deberá capacitar a maestros, padres de familia y alumnos hacia esta nueva realidad, para juntos, cerrar filas contra el virus, pero también avanzar en el camino de la educación, fundamental para cimentar los sueños de una mejor calidad de vida para los niños y jóvenes de Nuevo León.