Grupo Legislativo
Partido Acción Nacional

Autor: Grupo Legislativo PAN

Por: Nancy Olguín Díaz.

Durante los últimos años, el problema de la violencia hacia las mujeres se ha incrementado en Nuevo León, ello como consecuencia de la grave crisis de inseguridad que sufrió el Estado a partir del año 2008 y que dispararon los índices delictivos a cifras nunca antes vistas en esta entidad federativa.

El problema se ha agravado, porque el daño al tejido social no ha sido totalmente reparado, sin embargo, a pesar de acciones y programas implementados por el Estado y los Municipios el problema sigue y lo que es peor, aumenta cada año.

Organizaciones no gubernamentales tal y como es el caso de "Alternativas Pacíficas", han señalado que de nada sirve que el Estado y los Municipios hagan programas y campañas si no contemplan indicadores para conocer los resultados.

Cifras del primer trimestre del año del Secretariado Ejecutivo Nacional, nos dicen que la violencia contra las mujeres en Nuevo León ha llegado a un grado que resalta a nivel nacional, siendo desafortunadamente el Estado con más feminicidios y llamadas de emergencia relacionadas con abuso sexual.

La entidad también ocupa un segundo lugar en reporte de violaciones y el tercero en violencia familiar.

Ello a pesar que desde noviembre de 2016, se declaró una Alerta de Género para el Estado de Nuevo León y cinco municipios metropolitanos: Apodaca, Cadereyta, Guadalupe, Juárez y Monterrey.

Sin embargo, han sido muchos los anuncios, pero pocas las acciones: a la fecha el Centro de Justicia para la Mujer de NL, dependiente de la Fiscalía General del Estado no ha sido puesto en marcha, además de que la Fiscalía Especializada en Delitos contra la Mujer no tiene titular; a ello hay que agregar el largo período que el Instituto Estatal de las Mujeres estuvo sin titular pues su ex directora dejó el cargo para buscar un cargo de elección popular.

Ahora bien en Nuevo León opera, desde el año 2008, la herramienta conocida como el Semáforo del Delito, instrumento que se actualiza cada mes, para medir el impacto de delitos como robos, violencia familiar, delitos sexuales, homicidios y lesiones en municipios metropolitanos y el Estado, para que en base a estos indicadores, se tomen acciones concretas para combatir los delitos.

Luego de la emergencia por la crisis de seguridad, los índices delictivos bajaron en los siguientes años, sin embargo los delitos de violencia familiar siguen en aumento.

En el mismo sentido es de señalarse que el Semáforo Delictivo ha tenido sus limitantes, por ejemplo, en los Delitos de Robo, se detalla si es robo a persona, robo a casa, robo a negocio, robo de auto y robo a banco. No sucede así con los delitos donde las principales víctimas son las mujeres, en el caso de violencia familiar y delitos sexuales.

En atención a lo antes señalado es que propusimos establecer el Semáforo Rosa, como un derivado del Semáforo del Delito que mida el problema de la violencia contra las mujeres en los municipios y el Estado, con apartados para feminicidios, lesiones, violencia familiar, así como delitos sexuales contra las mujeres.

Para lograr eficientes resultados que busquen combatir la violencia hacia la mujer, es importante y necesario la existencia de una medición de impacto, pues esta sitúa la realidad existente, lo cual es fundamental para poder con certeza dar un segundo paso, que sería la coordinación entre las diversas autoridades a fin de que sus programas operen en forma coordinada, aplicando lo anterior de forma eslabonada, donde inicialmente la prevención sea seguida de la implementación de acciones, las cuales finalmente otorguen lo antes posible una cultura de vida, respeto y paz en las mujeres.