Autor: Grupo Legislativo PAN
Por: Rosa Isela Castro Flores.
Los antecedentes más remotos de la historia de protección civil en México datan del siglo XVIII con los hombres denominados "serenos", quienes eran responsables de custodiar el orden por las noches y terminaban su labor a las seis de la mañana, en caso de que se presentara un siniestro, con su silbato daban aviso de alarma a la población cuando esta dormía.
El 18 de septiembre de 1790 se emite el reglamento del conde de Revillagigedo para prevenir y atender incendios en México. En ese tiempo, al no existir todavía un cuerpo de bomberos organizado, la policía era quien tenía la función de combatir los incendios, obedeciendo en aquel entonces el concepto de la "ciencia de la policía" que significaba la función de administración y bienestar para la ciudadanía.
En 1981 se crea el Sistema de Protección Civil y Restablecimiento para el Distrito Federal (SIPROR), el cual podemos considerar como el antecedente inmediato del Sistema Nacional de Protección Civil, el SIPROR se diseñó con el fin de planear la revitalización del Centro Histórico, en el marco de los factores de mitigación sísmica para el área metropolitana de la Ciudad de México.
Después de los sismos de 1985, el SIPROR se transformó en la Dirección de Protección Civil y también se determinó la creación del Sistema Nacional de Protección Civil (SNPC). Este sistema fue diseñado por el comité de Prevención de Seguridad Civil, constituyéndose hasta ahora como "un agente regulador que concibe como el conjunto orgánico que articula planes, programas y recursos, que establece estructuras y relaciones funcionales de las dependencias y entidades públicas de los niveles federal, estatal y municipal de gobierno entre sí y con los diversos grupos privados y sociales para efectuar acciones de común acuerdo en materia de protección".
Entre las principales acciones de Protección Civil se encuentran las relacionadas con los primeros auxilios básico y avanzado; evacuación de inmueble; búsqueda y rescate, y combate contra incendios.
Los desastres naturales que han azotado a nuestro Estado han dejado huellas imborrables y situaciones dolorosas, pero también nos han dado la oportunidad de mostrar al país que somos un pueblo unido y que se solidariza ante la tragedia; que a pesar de todo nos mantenemos en pie de lucha y dispuestos a ayudar al que lo necesita.
Desde luego que los fenómenos naturales nos sorprenden y no es fácil responder a la fuerza de la naturaleza, sin embargo, es posible crear y dar seguimiento a protocolos de protección civil que nos ayuden a saber qué hacer para preservar la seguridad ante diferentes casos.
Si este espíritu solidario se mezcla con organización y sentido de eficacia, somos capaces de lograr imposibles, es por ello que buscamos impulsar, fortalecer y promover en el ámbito de las atribuciones del Poder Legislativo, las acciones necesarias que logren una mejor Protección Civil en el Estado.
De ésta forma podríamos constatar que las dependencias encargadas de brindar el servicio de protección civil en toda la entidad, estén cumpliendo con sus obligaciones y a su vez manteniendo una preparación efectiva y un seguimiento estricto a la labor de prevención, pues ésta última es una herramienta básica para evitar tragedias que afecten a la población.
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