Grupo Legislativo
Partido Acción Nacional

Autor: Grupo Legislativo PAN

Por: Jesús Nava Rivera.

Uno de los objetivos primordiales, sobre todo de las familias jóvenes de Nuevo León, es el contar con un hogar donde vivir en tranquilidad.

El contar con una casa habitación, es el deseo todo aquel que busca contar con un patrimonio. Ese espacio es único, pues en él se convive día a día y, durante las noches, se convierte en un sitio de descanso para recuperar las energías que harán falta al día siguiente.

Sin embargo, actualmente y desde hace unos años, se ha presentado en el Estado de Nuevo León, particularmente en los municipios metropolitanos, el problema recurrente que originan los vecinos ruidosos.

La queja ciudadana siempre ha sido la misma: cada fin de semana, e incluso entre semana, múltiples familias tienen que vivir en la zozobra al interior de sus propios hogares, teniendo que soportar a vecinos irresponsables que no respetan los derechos de los demás, pues con música a todo volumen no permiten el descanso del resto de los vecinos.

De hecho la Norma Oficial Mexicana NOM-081-SEMARNAT-1994 establece los límites permitidos de ruido en las zonas habitacionales.

Los municipios del área metropolitana han buscado múltiples soluciones a este problema, sin lograr grandes avances al respecto, desde multas que se anexan al impuesto predial, hasta la intervención policiaca que resulta poco efectiva por la posible comisión de allanamientos.

Entonces, al no existir efectividad en las medidas implementadas hasta ahora para combatir este tipo de actitudes, me permito proponer darle solución desde el ámbito del derecho penal.

Es así que tenemos, desde la perspectiva de la Teoría del Delito y de la Proporción de los Bienes Jurídicos Protegidos, que son derechos fundamentales para el desarrollo personal y reglas de convivencia, los siguientes: La Salud, el Medio Ambiente Sano y la Propiedad Privada.

Estos tres bienes jurídicos se ven afectados con el ruido provocado por vecinos inconscientes, ya que la salud se ve afectada porque las ondas sonoras inciden en la falta de descanso de los vecinos colindantes.

Además el ruido también incide en el medio ambiente adecuado, puesto que es una de las fuentes contaminación, clasificada por la OMS, como contaminación sonora, en tanto que la propiedad privada se ve afectada debido a que las ondas sonoras sobrepasan el límite de propiedad de quien las emite y llegan hasta la propiedad de los afectados.

En base a esto y a las diversas quejas que ratificaron en los recorridos de campaña, presentamos una iniciativa de reforma al Código Penal del Estado para castigar a los vecinos ruidosos con hasta cinco años de prisión o una multa de hasta 17 mil pesos.

Debemos cuidar la tranquilidad de nuestros ciudadanos y endurecer las penas ante los vecinos irresponsables que rompen con las normas de civilidad establecidas.