Autor: Grupo Legislativo PAN
Por: Ángel Barroso Correa.
Dejemos atrás tabús y evolucionemos como sociedad, todos somos iguales ante la ley, debemos, urgentemente dejar de asociar los tatuajes con la delincuencia.
En el periodo de sesiones pasado, ya había recurrido a éste tema referente a las personas que tienen un tatuaje, marcas o modificaciones en la piel, quienes tienen la libertad de decidir inmortalizar momentos, situaciones o algún episodio de sus vidas haciéndolo por medio de la tinta en su piel. Sin embargo, lastimosamente la propuesta de reforma consitucional fue desechada por los integrantes de la Comisión de Legislación de esta LXXIV Legislatura.
Empero, y debido a que actualmente la discriminación social y laboral es una situación recurrente y que aún está presente en muchas organizaciones y empresas, es por eso que considero, debemos empezar a tomar acciones para que sea inconstitucional que se les discrimine de tal manera.
La diversidad de opiniones es muy amplia, para algunas personas un tatuaje embellece la piel, tiene un significado especial, representa un logro o una ideología, para otras va en contra de sus principios y personalidad, pero esto no debería ser un impedimento para conseguir un empleo o incluso ser discriminado.
De acuerdo con encuestas realizadas a profesionistas, donde el 70 por ciento de ellos nos dicen que las principales causas de discriminación que existen en México, es hacia las personas con tatuajes, marcas o modificaciones en la piel.
Otro estudio realizado por el Gabinete de Comunicación Estratégica, señala que el 74.2 por ciento de las personas tatuadas piensa que esto ha sido un obstáculo para conseguir trabajo, estos números son realmente alarmantes pues 7 de cada 10 personas con tatuajes han sido discriminadas en México por el simple hecho de tener tinta en la piel.
De acuerdo al artículo 1 de nuestra Carta Magna todos somos iguales, y no deberá existir distinción o rechazo de unos a otros, tener o no un tatuaje, no debe ser un impedimento al conseguir un empleo. Un tatuaje, marca o modificación en la piel ya sea visible o no visible, no impide tal desempeño, no tiene en lo más mínimo relación con el desempeño o la capacidad e intelecto de la persona.
Las personas con múltiples tatuajes son con frecuencia estereotipadas como malas, marginadas o criminales, son también discriminadas laboralmente por su apariencia física.
La discriminación, es un fenómeno real, que se debe erradicar, pero para esto, la ley debe ser precisa, literal y exacta, el adicionar una sola palabra en la ley hace la diferencia.
El Código Penal para el Estado de Nuevo León, nos establece en su capítulo V la lucha contra la discriminación, es ahí donde se indica que discriminar es un delito, el cual se persigue por querella interpuesta por el afectado, donde se puede aplicar una pena de 3 meses hasta 1 año de prisión, o 25 a 100 días de servicio comunitario, y de 25 a 250 cuotas a quien cometa tal delito; cuando quien lo cometa sea un servidor público en ejercicio de sus funciones se aumentará una mitad más la pena de prisión, pudiéndolo destituir del puesto o inhabilitación de 1 a 3 años; y en el caso de que se practique la discriminación en relación a una subordinación laboral la pena de prisión y la multa aumentará en una mitad.
Es por eso que discriminar debería ser tanto inconstitucional, como un delito, que tenga una sanción contundente, que se pueda interponer querella y erradiquemos esta práctica discriminatoria lo más pronto posible.
No desistiré ante la oposición de quienes no estén a favor del cambio en nuestra sociedad, aún tenemos oportunidad de ser vanguardia en la protección de los derechos de los neoleoneses y estar en contra de cualquier tipo de discriminación, en esta ocasión por el simple hecho de tener tatuajes, marcas o modificaciones en la piel.
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