Autor: Grupo Legislativo PAN
Por: Mercedes Catalina García Mancillas
Más de un siglo ha pasado desde que se originó
la idea de festejar en un día del año, en todo el mundo, a las mujeres.
Fue a finales del siglo XIX en que la idea
empezó a tomar forma y así, poco a poco, se fue extendiendo.
Lo que en un inicio fue un reconocimiento por
nuestro papel en la familia y la sociedad, fue transformándose en distintas
luchas que han sido clave para llegar al lugar que hoy ocupamos.
Desde aquellas batallas para tener derecho a la
educación, pasando por ser reconocidas como ciudadanas plenas, con derechos y
obligaciones como el votar y ser votadas, el acceso al trabajo remunerado,
hasta llegar al tiempo reciente en el que la igualdad y la equidad fueron las
banderas que ondearon en todo el mundo.
Hemos avanzado, no hay duda, hoy somos pieza
clave de la sociedad moderna.
Desde el ama de casa que con su labor diaria -
por cierto una de las menos reconocidas- aporta conduciendo a la familia,
tomando las riendas de la educación en el hogar, realizando maravillas para que
el presupuesto alcance para todo y haciendo hasta milagros para que ese rincón,
el hogar, sea el lugar más especial para todos.
Las mujeres trabajadoras que dadas las
circunstancias se han sumado al aporte económico de sus familias... las jefas de
familia que con valor, pero sobre todo con amor, han sabido salir al frente
dando la lucha a las dificultades y los obstáculos.
Sí, hemos avanzado, pero a pesar de las buenas
intenciones de hace más de un siglo, la realidad del diario vivir era otra, muy
distinta y cada espacio, cada logro, han costado enormes esfuerzos.
Después de que nos fue reconocido el derecho a
votar, tuvo que pasar mucho tiempo para que una mujer pudiese llegar a un cargo
de importancia como una alcaldía; doña Norma Villarreal de Zambrano abrió
camino para las panistas de Nuevo León y de todo México cuando fue electa
alcaldesa de San Pedro Garza García.
Desde la fundación de nuestro partido uno de
los más importantes pilares en el trabajo de Acción Nacional han sido sus
mujeres.
Promocionando el voto, impulsando candidatos,
trabajando en el partido, divulgando nuestros estatutos, como representantes de
casilla, siempre hemos estado ahí, presentes, dando la batalla, por encima del
cansancio y de las obligaciones laborales y familiares, y siempre lo hemos
hecho con amor y entusiasmo, con fe y deseos de transformar nuestro entorno.
Y llegamos así a la época moderna, en la que la
exigencia se hizo clamor y la igualdad y equidad han pasado de ser una simple
intención para convertirse en realidad.
Para estar acordes a este tiempo hoy nuestra
lucha debe cambiar de objetivos y en estricta concordancia debemos demostrar
que estamos aquí porque somos más que un número, porque tenemos capacidad y
mucho qué aportar, porque somos más que cumplir una cuota de género.
Somos mujeres con visión y una enorme pasión
por México, con una enorme sensibilidad para captar los problemas y encontrar
las soluciones.
Hoy la lucha debe ser con nosotras mismas para
estar mejor preparadas, mejor capacitadas, más unidas y con más deseos de
trabajar por nuestro entorno, por nuestras familias, por nuestras ciudades,
nuestro estado y nuestro país. Tenemos que luchar sin descanso también por
nuestro partido.
¡Las mujeres tenemos inteligencia, capacidad,
liderazgo, sensibilidad, sentido de la oportunidad y deseos de servir, muchos
de deseos de servir porque eso es lo que nos mueve, el ayudar a los demás!
Hoy, en el Congreso de Nuevo León, somos 16 Diputadas
que trabajamos en equipo con nuestros compañeros, que aportamos nuestros puntos
de vista y defendemos nuestras posiciones, pensando en las mujeres, pero
también en los niños, en los adultos mayores, en los hombres y los trabajadores,
porque somos Diputadas de todos los nuevoleoneses sin distintos de color o de
partido, de credo o religión, de posición socioeconómica o nivel educativo.
Para todos trabajamos y a todos nos debemos.
Quiero hacer un llamado a la igualdad y la
equidad, pensando en las miles de mujeres que pueden estar muy cerca de nosotras
y no nos detenemos en pensar en ellas.
Pensemos un momento en las oportunidades que
hoy tienen las mujeres, jóvenes y niñas de algunas zonas que hoy, a pesar de
vivir en pleno Siglo XXI, carecen de educación, salud y empleo, carecen de
oportunidades y aún así siguen luchando.
Pensemos en las mujeres que sin contar con el
apoyo de las instituciones de salud pelean contra el cáncer y lo anteponen todo
por sus familias, sobreponiéndose al dolor y la falta de atención.
Es a ellas a quienes tenemos que dedicar
nuestros mejores esfuerzos, es por ellas que debemos de elevar la voz y para
quienes debemos buscar igualdad y equidad.
Las Diputadas y los Diputados del PAN
refrendamos nuestro compromiso de seguir trabajando por un Nuevo León con
igualdad de oportunidades.
Mi reconocimiento a todas estas grandes mujeres
que han siendo homenajeadas esta semana en el Congreso Local y en especial a
Doña Norma Villarreal de Zambrano, primera alcaldesa panista de México del
municipio de San Pedro Garza García en el periodo de 1967 a 1969, en palabras
de la Sra. Norma "Es una satisfacción muy grande poder servir a todo mundo sin
servirse uno, porque uno no gana nada, solo mucha satisfacción de haber
ayudado".
Por su gran ejemplo es que entregamos dicho reconocimiento
a través de su hija la Sra. Norma Zambrano a quién agradecemos su presencia, ya
que por motivo de su avanzada edad, no fue posible que asistiera al homenaje.
El grupo
legislativo del PAN les dice GRACIAS porque con el ejemplo de todas Ustedes se
ha impulsado el desarrollo de la mujer en diversas facetas de nuestra sociedad
ya que abrieron brecha para que hoy nosotras estemos aquí.
¡Muchas felicidades a todas las mujeres hoy y
siempre!
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