Autor: Grupo Legislativo PAN
Como hemos testificado en el
video, el apagón analógico ha resultado un grave problema para muchos
ciudadanos de Nuevo León, sobre todo para gente humilde y en condiciones
vulnerables. Se ha hablado mucho sobre el apagón analógico pero me parece que
aún las autoridades no están conscientes del grave en el que estamos
inmiscuidos. Por lo tanto, subo a esta tribuna para dar un panorama de este
grave problema que tenemos que resolver todos, funcionarios y representantes
públicos.
De
la televisión se han escrito innumerables investigaciones sobre su influencia
social tanto positiva como negativa, pero los datos duros establecen que es el
principal medio de información y entretenimiento de los mexicanos.
En encuesta sobre disponibilidad
de acceso a tecnología realizada en 2013 el INEGI informa que el 90 por ciento
de los hogares tiene una televisión, es decir, en al menos 28.2 millones de
hogares hay televisor.
A su vez, la misma investigación
señala que solo el 27.2 por ciento de los hogares mexicanos contaban con un
aparato para recibir la señal digital, 22.8 millones de familias en todo México
están en riesgo de perder el acceso a la información y al entretenimiento que
la televisión ofrece.
Esta información planteaba un
escenario en preparación del apagón analógico, que deberá concretarse el 31 de
diciembre de este año, y es responsabilidad del Gobierno federal establecer
políticas públicas para evitar la afectación ya mencionada.
¿Cuál fue la solución? En primera
instancia repartir entre los mexicanos con carencias económicas un
decodificador de señales digitales, medida que se utilizó en Estados Unidos
cuando ellos emprendieron su apagón digital.
En la primera etapa del apagón,
que se realizó en Tijuana en 2013, se repartieron 162 mil decodificadores en
los que los cuales la ahora extinta Cofetel invirtió $12 millones 931 mil 34
pesos.
Pero, ese mismo año la
administración de Enrique Peña Nieto decidió regalar televisores digitales y a
la fecha ha gastado $5 mil 250 millones 050 mil 985 pesos en el programa que
desde el PAN siempre vimos como electorero.
Mi dicho tiene sustento porque en
Nuevo León el apagón analógico se concretó el 24 de septiembre pasado, pero
dejó a más de un millón de personas sin televisión porque carecen de un aparato
que reciba señal digital.
El
estudio Impacto del Apagón Analógico en Monterrey, con cifras de Ibope-Nielsen
y realizado para la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión
(CIRT) este mes reveló que 252 mil hogares se quedaron sin acceso a señales de
la televisión digital. Más de 645 mil personas se quedaron sin acceso al medio
informativo más usado según el estudio de la firma CIU.
La delegación de la Secretaría de
Desarrollo Social anunció en noviembre del año pasado que entregaría 210 mil
televisores a quienes tenía registrados en sus padrones de 65 y más, Diconsa,
Prospera y Estancias infantiles.
Si entregaría a 210 mil hogares
nuevoleoneses con carencias económicas entonces por qué hay 252 mil hogares que
no pueden acceder a la señal digital porque no tienen un aparato que pueda
sintonizarla.
Medios de comunicación revelaron
en diciembre del año pasado que la delegación de Sedesol entregaba las
pantallas a personas que no las necesitaban, se evidenció que llegaban en autos
de lujo por los aparatos. Hoy los ciudadanos de Nuevo León están sufriendo las
consecuencias de esta ineficiente entrega.
Otro dato que debe
escandalizarnos lo revela una nota de la agencia Notimex con datos del Centro
SCT Nuevo León sólo se entregaron 178 mil 780 televisores digitales, si esa es
la información oficial no sabemos dónde están los 31 mil 220 restantes.
Hay muchas irregularidades en el
reparto de televisores en pleno año electoral pues la realidad es que hay 252
mil hogares sin acceso a las señales.
A ellos hay que ayudarlos, hay
manera y es más barata, con los decodificadores digitales que tienen un costo
promedio de $600 pesos, esa debió continuar como solución y no la costosa y
opaca medida de regalar televisores hasta a quienes conducen un Mercedez Benz.
Retrasar el apagón analógico no
es la solución, puede ser una oportunidad para resolver eficientemente el
problema pero no lo solucionará.
Por lo tanto aprovecho esta
tribuna para proponer que se entreguen decodificadores y no pantallas, y que
sea el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) quien entregue los
aparatos y no el gobierno federal, como se hizo y se hizo mal el año pasado.
Es cuanto.
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