Autor: Grupo Legislativo PAN
A veces tienes que pensar en algo más que en tu propia seguridad, a veces tienes que pensar en el bien mayor".
Joanne Kathleen Rowling
Por: Juan Carlos Ruiz García.
En los últimos meses, nuestra entidad ha sido azotada por una nueva ola de violencia y criminalidad que ha cobrado la alarmante cifra de 480 vidas humanas; dicha cifra no es un problema menor y por el contrario es una situación que prende los focos rojos de la inseguridad que de nueva cuenta está asolando a los nuevoleoneses.
Diariamente vemos como los delitos que están ligados a la delincuencia organizada como las extorsiones-hoy comúnmente llamados cobros de piso-y las ejecuciones están teniendo un repunte considerable en Nuevo León, sin que esto represente una adecuada aplicación de estrategias y acciones por parte del Gobierno que permitan combatir el flagelo de la inseguridad.
La situación que nuevamente se vive en nuestro Estado, pone en evidencia lo lejos que están aquellas declaraciones triunfalistas y de conformismo del Ejecutivo en el sentido de que en Nuevo León la tormenta de la criminalidad y la inseguridad ya ha pasado.
En este sentido, creemos que el brote de inseguridad que hoy en día nos aqueja nos debe unir a todos los poderes y a todas las autoridades; hoy más que nunca debemos de buscar la aplicación de acciones concretas que eviten que el miedo y la desolación que provoca la inseguridad, se sigan apoderando de los ciudadanos.
El Gobierno Federal ha sido muy claro en el sentido de apoyar a Nuevo León en materia de seguridad, desgraciadamente con el repliegue de elementos de la Marina Armada de México y del Ejército que apoyaban labores de seguridad en distintos municipios metropolitanos y del resto del estado, dicho apoyo ha quedado solo en discurso.
Los hechos hablan por sí solos, desde que la Marina y el Ejército dejaron de patrullar con más presencia y frecuencia el área metropolitana y los distintos municipios de Nuevo León, la delincuencia ha vuelto a encontrar en nuestra entidad todas las condiciones para operar y sembrar el terror entre la ciudadanía.
Lo que en un principio se manejó como un rumor infundado (el retiro de los marinos) hoy en día es una realidad; los efectivos de la Marina y el Ejército se han marchado a otras entidades provocando que la inseguridad nuevamente esté repuntando en Nuevo León.
En el afán de ser una voz que siempre reconocerá el apoyo que las fuerzas castrenses han dado a nuestra entidad, quiero pensar que el repliegue de los elementos de la Marina y del Ejército obedece en efecto a una reestructuración en las bases de su operatividad y no a un retiro definitivo.
Es por eso que ante lo anteriormente expuesto propusimos en la tribuna del Congreso del Estado un exhorto al Presidente de la República, Lic. Enrique Peña Nieto, para que en su papel de superior jerárquico de las fuerzas armadas de México, tenga a bien girar las instrucciones pertinentes para que en la reestructura de operación que tendrán la Marina Armada de México y el Ejército Mexicano en Nuevo León, se refuerce el apoyo de dichas corporaciones en los Municipios de Monterrey y los demás municipios metropolitanos así como en el resto del estado, incrementando el número de elementos y patrullajes en sus respectivos territorios.
El exhorto fue aprobado por mayoría, con el voto en contra de los legisladores del PRI que tal parece que siguen empeñados en no velar por la seguridad de los nuevoleoneses.
