Autor: Grupo Legislativo PAN
Honorable Asamblea:
México se ha transformado en sus estructuras sociales y gubernamentales de manera acelerada y ello se ha incrementado a partir de las últimas décadas, demostrando que la participación ciudadana contribuye a la solución de los problemas que se presentan y abatiendo la corrupción de los gobernantes.
Basta recordar el terremoto que devastó a la ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, en donde el gobierno de Miguel de la Madrid Hurtado fue sobrepasado por la sociedad civil que espontáneamente se organizó para ayudar a sus semejantes.
Ante la incapacidad organizativa del gobierno, quedó grabado en la mente y el corazón de los mexicanos que no se hubiera podido superar ese terrible acontecimiento, si no se hubiera contado con la colaboración desinteresada de la sociedad civil.
De aquí la trascendencia de la participación de los ciudadanos en las acciones de gobierno, en donde pueden contribuir desinteresadamente en la solución de conflictos en combatir la corrupción
En este contexto, es destacable indicar que en el Congreso de la Unión, desde el año 2000, se han presentado cerca de 50 iniciativas dirigidas a establecer elementos de democracia directa en el sistema político mexicano y enfocadas a armonizar el marco legal federal con los instrumentos de participación ciudadana que representan, en sí mismos, mecanismos que permiten el reconocimiento expreso de los ciudadanos como sujetos con posibilidades de participar de manera libre, responsable y activa en las decisiones y actos públicos y políticos del país, ello sin sustituir, revertir o vulnerar el sistema de representación política.
En Nuestro Estado el primer antecedente sobre iniciativa de Ley de Participación Ciudadana se remonta al año 2004, sin embargo tras diferentes intentos fue en Junio de 2010 cuando ante la pasada legislatura, se presenta una iniciativa por diferentes Organizaciones Civiles del Estado.
Se realizaron muchos avances, al punto de que antes de terminar la anterior Legislatura ya se tenía un dictamen para aprobarla y nunca se subió el tema al pleno para materializar la misma.
Esta Legislatura, abordó nuevamente el tema, y al escuchar todas las opiniones de los Grupos Legislativos se llegó a la conclusión de que era necesaria primero la Reforma Constitucional que soporte la Iniciativa de Ley para poder presentar la misma y materializar todos y cada uno de los Instrumentos de Participación Ciudadana que requiere nuestro Estado.
En Diciembre pasado en el vestíbulo de éste salón de plenos una rueda de prensa los Grupos Legislativos acordaron la apertura de período extraordinario durante el receso para sacar adelante los temas pendientes más urgentes de la actual Legislatura, entre los que se encontraba la Reforma Constitucional que permite crear el marco jurídico para la Ley de Participación Ciudadana.
Al día de hoy la actitud mostrada por algunos integrantes de ésta Legislatura es encontrar cualquier pretexto para rechazar los instrumentos que permiten a los ciudadanos evaluar a sus gobernantes, proponer consultas, referéndums, plebiscitos, entre otros.
No es posible tanta falta de respeto a los ciudadanos que han dedicado su tiempo a aportar sus ideas y sus inquietudes en las mesas de trabajo que se han realizado aquí en el Congreso.
La participación ciudadana es un concepto directamente relacionado con la democracia participativa. Se trata la integración de la población en general, en los procesos de toma de decisiones, la participación colectiva o individual en política, entendida esta como algo de lo que todos formamos parte.
Esta participación es necesaria para construir una democracia auténtica, resulta muy importante para no dejar todo el control en manos de los gobernantes y establecer un contrapeso que ayude a transmitir mejor las preferencias de los ciudadanos, suavizar y mediar en conflictos, favorecer acuerdos, aportado inquietudes, diferentes puntos de vista y sobretodo posibles soluciones.
Fomentar la participación social, implica necesariamente involucrar a los ciudadanos en donde estos serían los encargados de fomentar y facilitar diferentes mecanismos para que la población tenga acceso a las decisiones de gobierno, de manera independiente, sin formar parte de algún partido político.
Si un consejo ciudadano hubiese sido vigilante del destino de las aportaciones de los maestros y burócratas al ISSSTELEON, no se hubiera presentado el quebranto de los más de 500 millones de pesos, que se perdieron por las inversiones de riesgo que decidieron unilateralmente los directivos.
Con una adecuada participación de los ciudadanos, Mario Guerrero Dávila, no se hubiera animado a colocar taquillas alternas de cobro en el Metro, porque se sabría que se darían cuenta que estaba cobrando los pasajes para fortalecer sus propias finanzas.
Si los ciudadanos son vigilantes de los procesos que se llevan a cabo en el Poder Judicial, muchos jueces le pensarían en más de una ocasión en otorgar amparos a un particular en contra de una medida que beneficiaría a la colectividad.
Basta recordar que después de la acción la autoridad de Monterrey de clausurar los casinos, y el respaldo que dio la ciudadanía a través de los medios de comunicación, los jueces no encontraron motivos para conceder amparos.
Si queremos hacer de la democracia un estilo de vida, habrá que valorar críticamente las experiencias, aprender de ellas y generar actitudes nuevas que nos permitan decidir el rumbo de nuestra propia historia.
Compañeros Diputados, no es congruente hablar de Democracia cuando se hace todo lo necesario para negarle a los ciudadanos los instrumentos que garanticen una democracia eficiente y eficaz y al alcance de todos.
Los invito compañeros que mañana aprobemos el dictamen de reforma constitucional para incluir la participación ciudadana
Es cuanto.
DIPUTADA REBECA CLOUTHIER CARRILLO
2024© Grupo Legislativo Partido Acción Nacional, Nuevo León.
8150-9500
glpan@hcnl.gob.mx