Autor: Grupo Legislativo PAN
El problema que hoy aqueja nuevamente a la entidad no es sólo que no llueva, es la falta de conocimiento para atacar el conflicto, la displicencia, que a su vez se convierte en negligencia por parte de la autoridad estatal, este es un tema más que carece de planeación por parte del Estado.
Cuando hablamos de agua, no podemos dejar de lado la relación y la importancia que tienen nuestros bosques, pues filtran y limpian el agua, amortiguan las lluvias fuertes que de otra manera erosionarían los suelos, y mantienen en su lugar los bancos de los ríos. A su vez, el agua transporta nutrientes disueltos y los distribuye por todo el suelo del bosque.
Los bosques actúan como "esponjas", capaces de recoger y almacenar grandes cantidades del agua de lluvia. Los suelos forestales absorben cuatro veces más agua de lluvia que los suelos cubiertos por pastos, y 18 veces más que el suelo desnudo.
Con sus profundos sistemas de raíces, los árboles son capaces de extraer agua de zonas profundas del suelo.
Sin embargo, los Bosques de Nuevo León están en el completo olvido y en riesgo.
El Gobierno de Rodrigo Medina no le ha invertido un solo peso a los bosques de la entidad y como consecuencia hoy Nuevo León sufre una contingencia sin precedente.
Estamos ante una emergencia estatal de contingencia sanitaria, debido a una plaga de gusano descortezador, sobre todo porque este insecto es sumamente dañino, ya que cuando invade a los pinos llega y se mete entre la corteza del árbol y acaba matando al árbol.
Según datos de la Comisión Nacional Forestal, en los últimos meses, más de nueve mil hectáreas de bosque en la entidad se han visto afectadas por esta situación.
En 2008 hubo 36 brotes, al siguiente año la cifra aumento a 53, y a partir de ahí fue dando saltos exponenciales para llegar a 342 brotes en 2010 y más de 481 en 2012.
Es por ello que urge concientizar a la población sobre la importancia de cuidar nuestros bosques, utilizar técnicas adecuadas en el riego de la agricultura y educar a las nuevas generaciones para que corrijan a tiempo muchos de los errores cometidos, principalmente, por falta de información.
Resulta Imperativo establecer un "Plan de Prevención de Sequías", resulta indispensable en una región como la nuestra, pues ahí se deben reflejar los programas de conservación existentes y cómo estos deben ser orientados a proteger los bosques y las cuencas hidrográficas evitando cualquier contaminación al agua, en las nacientes de los ríos o en el curso de los mismos y tomar conciencia en el uso racional del agua.
El problema es grave y debe ser atendido con prontitud, pues de no hacerlo podrían desaparecer gran parte de las 300 mil hectáreas de pino que existen en Nuevo León.
Las zonas en las que se presenta la plaga se da en las serranías de Santiago, Montemorelos, Rayones, Galeana, Linares, Aramberri, Iturbide, Zaragoza y algunos puntos de Monterrey, Santa Catarina y San Pedro. Incluso el Parque Ecológico Chipinque, en San Pedro, también ha sido afectado por la plaga en un radio de 40 hectáreas.
En razón de lo anterior, es que llevamos esta preocupación a la máxima tribuna del Congreso Local a fin de que el Gobierno implemente las medidas emergentes para esta crisis en los bosques y el campo de Nuevo León.
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