Grupo Legislativo
Partido Acción Nacional

Autor: Grupo Legislativo PAN

Por: Braulio Martínez Ramírez

Se acabaron las excusas y  se terminaron los pretextos y ya es momento de asumir responsabilidades.
Hablar de inseguridad y violencia es hablar de un lugar común en Nuevo León y cuando un hecho se repite constantemente se vuelve costumbre.
Y desgraciadamente se encuentra impregnado en el ambiente, es algo que se respira en cada lugar y a cualquier hora en los últimos años. En Nuestro Estado se respira un olor a muerte.
Si de algo tiene que presumir el gobierno que encabeza Rodrigo Medina, para desgracia de los nuevoleoneses, es que se encuentra bien posicionado y en la cúspide, pero en la tabla de fallecidos a causa de la delincuencia en todo el País.
Poco a poco se fue apoderando de este tan denostado lugar, ya que en los primeros 18 meses de su administración se alcanzó la cifra de 1003 muertes relacionadas a este rubro, colocándose por debajo solamente de estados como Ciudad Juárez, Michoacán y Guerrero.
Pero, como se ha hecho costumbre en los últimos tiempos, Nuevo León es conocido para desgracia de sus habitantes no por hechos mediáticos, sino por situaciones adversas y vergonzosas que ponen a nuestra entidad en boca de los habitantes, pero para humillarlo y criticarlo.
Y en el 2012 Nuevo León se coronó como la entidad donde se registró el mayor número de muertes relacionadas a la delincuencia organizada, con la increíble cifra de 1282 personas, de las cuales 63 eran inocentes.
Los meses donde se registraron mayor número de fallecidos fueron agosto, con 176; febrero, con 175; y marzo, con 144. Y todavía, lo peor, que si se suman  los tres años que Rodrigo Medina, tiene al frente de la gubernatura, ya se han registrado cerca de 3800 personas fallecidas a causa de la delincuencia.

En los pocos días que van del presente año, ya se han presentado 73 víctimas mortales. De estas, 67 fueron criminales y seis inocentes, más lo que se hay acumulado en los últimos minutos. Esta situación ya rebasa todos los límites de lo creíble para pasar a lo inverosímil.
Sin embargo, en todo este tiempo las autoridades no han tenido el suficiente valor para aceptar su responsabilidad y se la han pasado con excusas absurdas.
Primero, que la situación que vive Nuevo León es una constante de la que se vive de manera general en el País, cuando por mandato constitucional, es la obligación del Gobernador velar y salvaguardar la integridad física de sus gobernados.
Segundo, se ha echado mano de una enorme y costosa campaña en los medios de comunicación, donde se hace creer que en nuestro Estado los índices de violencia han ido a la baja y se invita a que visiten Nuevo León. Todas las personas que tenemos el orgullo de vivir en nuestro Estado sabemos que todo esto es una falacia.
Tercero, aunque no lo acepten, nos han tenido viviendo en un Estado de simulación, donde en teoría dicen que se llevan a cabo un sinnúmero de acciones contundentes, pero en teoría, no sucede así. Si fuera cierto, no se hubieran presentado tantos cambios de mandos en el orden de seguridad en nuestro Estado.
Ya no está Felipe Calderón como presidente de la República, ya no hay a quién culpar. Ya se terminaron las excusas y parapetos de nuestro Gobernador para evadir la responsabilidad y crear cortinas de humo en los medios de comunicación.
Con la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia de la República mucha gente quiso vender la idea de que los índices de violencia e inseguridad iban a sufrir variaciones a la baja, pero fue al contrario.
Ya van tres años de mentiras, de falacias, de utopías, de demagogia y de vivir en un mundo de simulaciones. Ya van tres años y los más lamentable es que  faltan otros tres. Todavía se puede dar un golpe de timón a la crisis de inseguridad y violencia que se ha tatuado en cada sitio de nuestro Estado y que lo sigue a todas partes.
Ya van tres años de tristezas, de dolor, de lágrimas derramadas. Ya van tres años de Rodrigo Medina al frente de la administración de Nuevo León y para desgracia de sus habitantes todavía le faltan tres para terminar su mandato y de vivir en la zozobra a causa de la inseguridad que tiene secuestrado a nuestro querido Estado.